El año pasado la Dirección de la EMS despidió a varias trabajadoras del SAD (Servicio de Ayuda a Domicilio), sin razón y sin causas que lo motivaran, de forma negligente y saltándose derechos fundamentales. Las tres trabajadoras que demandaron, meses después, fueron readmitidas con todos sus salarios desde la fecha del despido y una indemnización, por considerar el Juzgado que era un despido nulo.
A finales del mes pasado conocimos la sentencia del Tribunal Superior del recurso interpuesto por la Dirección de la EMS contra dicho despido nulo. Este Tribunal considera el despido improcedente en lugar de nulo, tumbando los fundamentos argüidos por los autores del despido, que pretendían que éste era objetivo. Una vez más, otro Tribunal da la razón a las trabajadoras, aunque cambiando el matiz, improcedente por nulo.
Esto es, lo único que cambia es que el despido, al considerarse IMPROCEDENTE y no NULO, no contempla la indemnización, pero sí, según nuestro Convenio Colectivo, la readmisión y la totalidad de los salarios dejados de percibir, si las trabajadoras optan por ello, cosa que han hecho.
Pero, hete aquí, que la Dirección de la EMS, obsesionada con el despido de estas trabajadoras (una fijación que deberían mirarse), y enrocándose en la literalidad de la sentencia, que contempla la generalidad sin entrar en lo que dice nuestro Convenio Colectivo sobre despido improcedente (el Tribunal puede desconocerlo pero nuestra Dirección sí lo conoce), vuelve a despedir a las tres trabajadoras, sin escuchar la petición de éstas del cumplimiento de lo establecido en el Convenio, optando por pagarles la indemnización por despido improcedente; en esta Empresa no hay nunca dinero para nada pero cuando se trata de despedir, u otras barbaridades, aparecen siempre grandes cantidades de alguna caja oculta, la caja, porque el dinero sí, es de todos los ciudadanos.
Ante este nuevo despropósito, aparte de pedir al Tribunal la aclaración de sentencia y el posible recurso, se ha presentado una nueva demanda por despido, en un déjà vu, ya que el despido es IMPROCEDENTE y son las trabajadoras las que eligen la readmisión o la indemnización. La Dirección de la EMS lo que hará, según su costumbre, es decir que " han ganado otro juicio" sin asomo de ningún ridículo.
Pero lo lamentable es que las tres trabajadoras perseguidas de forma reiterada están en el paro mientras se resuelve de nuevo su despido y los culpables de este desaguisado siguen tranquilamente en sus puestos, gestionando el dinero y los servicios públicos, es un decir, más bien desarrollando su desfachatez impunemente. Por no saber no saben ni siquiera hacer y tramitar un certificado, de estas tres trabajadoras, que deberían haber mandado al INEM (SEPE), obligatorio por parte de la Empresa, para regularizar la prestación correspondiente.
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