TRABAJO SEGURO ES COMBATIR LA PRECARIEDAD
La crisis, las reformas laborales y el desmantelamiento de la
negociación colectiva han contribuido a una extensión creciente
de un modelo de relaciones laborales basado en la precariedad.
Temporalidad, contratación a tiempo parcial no deseada, escasa
duración de los contratos, alta rotación en el empleo, cuando
no, falta de relación laboral bajo el paraguas de una falsa y mal
llamada “economía colaborativa”, están deteriorando de manera
grave las condiciones laborales. El incremento de intensidad y
ritmos de trabajo, el aumento de las exigencias emocionales o la
renuncia a ejercer derechos por miedo a perder el empleo están
teniendo graves consecuencias en la salud y en la seguridad de
la clase trabajadora. Pero además, en el contexto de desigualdad
en el que vivimos, hay colectivos que lo están sufriendo con
especial rigor: mujeres, jóvenes, migrantes, trabajadores
de edad avanzada o con diversidad funcional.
TRABAJO SEGURO ES PREVENIR
LOS ACCIDENTES LABORALES Desde 2013 coincidiendo con la aplicación de la reforma laboral
venimos sufriendo un constante incremento de la siniestralidad
laboral. Durante estos cinco años, han fallecido 3.014 trabajadores en accidente laboral, y la incidencia de los
accidentes de trabajo durante la jornada laboral ha aumentado
en un 16%. Todo ello, a pesar de la deficiente e interesada catalogación
de los accidentes: accidentes con graves consecuencias
y largos periodos de recuperación notificados como leves
y accidentes leves que no se registran. A pesar, de que figuras
como el “descanso preventivo” o los “permisos retribuidos” que
ocultan los accidentes sin notificar, se extienden por las empresas
españolas. Y lo que es peor, a pesar de que cada vez más trabajadores renuncian a su derecho a recuperar
la salud por miedo a perder su puesto de trabajo.
TRABAJO SEGURO ES DECLARAR
LAS ENFERMEDADES ORIGINADAS
POR EL TRABAJO Lo que no se registra no se previene. Existe un enorme subregistro
de las enfermedades de origen laboral debido a la mala
praxis de las Mutuas en la determinación de las contingencias,
que derivan enfermedades profesionales a los Servicios Públicos
de Salud para que sean tratadas como contingencias comunes,
lastrando así la prevención de riesgos en las empresas y colapsando
los Servicios Públicos de Salud. A esto hay que añadir
que, desde el 2013, la cantidad de partes comunicados de baja por enfermedad profesional es más elevada en mujeres que en
hombres. Algunas patologías, como el síndrome del túnel carpiano,
los nódulos en las cuerdas vocales o las producidas por
agentes biológicos, tienen rostro de mujer, a pesar de que en el
RD de Enfermedades Profesionales faltan actividades laborales
altamente feminizadas.
La degradación de las condiciones de trabajo hace que las enfermedades
por exposición a riesgos psicosociales sean cada
vez más prevalentes, aunque no se vean reflejadas en las estadísticas
como contingencias profesionales. Una organización del
trabajo tóxica, basada en el reforzamiento de la capacidad unilateral
del empresariado, está en la base de un empeoramiento
sistémico de las condiciones de trabajo mediante un incremento
de los ritmos y cargas de trabajo. Además, aumentan los casos
de acoso laboral, caso extremo de violencia en el entorno de
trabajo y una de las formas más dañinas para la integridad y la
salud, sobre todo en las mujeres, ya que desarrollan su trabajo
en condiciones más precarias y en sectores como sanidad,
educación, cuidado doméstico o trabajos de cara al público, en
los que existe una mayor prevalencia de violencia física y psicológica,
incluso sexual en alguno de ellos. Aumentan también, los
casos y la frecuencia de agresiones debidos al deterioro de los
servicios públicos y se extiende el consumo de fármacos entre la
población trabajadora para poder soportar las condiciones cada
vez más precarias, los ritmos y la excesiva carga de trabajo.
TRABAJO SEGURO ES DEFENDER
TUS DERECHOS DE FORMA
COLECTIVA
La existencia de textos legales que reconocen derechos no es
suficiente para su ejercicio efectivo. Las trabajadoras y los trabajadores
tenemos derechos, pero para ejercerlos se requiere de la
defensa de los mismos. La acción colectiva se configura como
es la única opción. La única alternativa que tenemos para hacer
efectivo el ejercicio de este derecho constitucional a la seguridad
y la salud en el trabajo es organizarnos, junto a nuestras compañeras
y compañeros, en un sindicato de clase. Está más que
demostrado, y así lo corroboran numerosos estudios, que los
centros de trabajo con presencia sindical son centros de trabajo
más seguros.
Por ese motivo, desde CCOO queremos animar a los trabajadores a que defiendan su salud y su seguridad
en el trabajo. Si en tu empresa no existe representación legal
de los trabajadores, acude al sindicato.
POR UN TRABAJO SEGURO:
ES TU SALUD, ES TU DERECHO
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