CCOO de Madrid llama a participar en la manifestación convocada para el próximo 3 de junio, a las 12:00 horas, desde Atocha-Neptuno-Congreso, por la campaña No al TTIP, CETA, TISA, que reúne a más de 350 organizaciones, incluido este sindicato, para mostrar su rotundo rechazo y exigir al Congreso de los Diputados que vote en contra de su ratificación y defienda los derechos e intereses de la población a la que representa.
El Acuerdo Económico y Comercial Global entre la Unión Europea y Canadá (CETA por sus siglas en inglés), también conocido como el "TTIP canadiense", tras su aprobación en el mes de febrero por el Parlamento Europeo, se encuentra en la actualidad pendiente de ratificación por parte de los parlamentos nacionales y regionales de los estados miembros.
El gobierno español remitió el pasado 27 de marzo el Proyecto de Ley sobre el CETA, iniciándose así el trámite parlamentario que llevará a la votación del Acuerdo en las Cortes Generales.
A pesar de las consecuencias que este tratado podrá tener sobre la gobernabilidad y la capacidad del estado de proteger y dar respuesta a las necesidades básicas de los ciudadanos, el Gobierno de Mariano Rajoy quiere llevar a cabo el proceso de ratificación con la mayor rapidez posible haciendo caso omiso de la oposición de miles de ciudadanos que denunciamos que tratados como el CETA son pensados por y para las grandes empresas transnacionales, suponen un duro golpe a los derechos y necesidades de la gente en numerosos aspectos de su vida cotidiana y representan un grave ataque al medio ambiente y a la democracia.
Por eso, la ciudadanía sale una vez más a las calles, para mostrar su rotundo rechazo a un acuerdo, que va mucho más allá de lo comercial, y exigir al Congreso de los Diputados que vote en contra de su ratificación y defienda los derechos e intereses de la población a la que representa.
Los intereses comerciales y de las multinacionales no pueden estar por encima de la democracia, los derechos de las personas y del planeta.
El gobierno español remitió el pasado 27 de marzo el Proyecto de Ley sobre el CETA, iniciándose así el trámite parlamentario que llevará a la votación del Acuerdo en las Cortes Generales.
A pesar de las consecuencias que este tratado podrá tener sobre la gobernabilidad y la capacidad del estado de proteger y dar respuesta a las necesidades básicas de los ciudadanos, el Gobierno de Mariano Rajoy quiere llevar a cabo el proceso de ratificación con la mayor rapidez posible haciendo caso omiso de la oposición de miles de ciudadanos que denunciamos que tratados como el CETA son pensados por y para las grandes empresas transnacionales, suponen un duro golpe a los derechos y necesidades de la gente en numerosos aspectos de su vida cotidiana y representan un grave ataque al medio ambiente y a la democracia.
Por eso, la ciudadanía sale una vez más a las calles, para mostrar su rotundo rechazo a un acuerdo, que va mucho más allá de lo comercial, y exigir al Congreso de los Diputados que vote en contra de su ratificación y defienda los derechos e intereses de la población a la que representa.
Los intereses comerciales y de las multinacionales no pueden estar por encima de la democracia, los derechos de las personas y del planeta.