Asistimos de nuevo a la incoherencia y el despropósito del Partido Popular de Tres Cantos que pierde otra vez la oportunidad de predicar con el ejemplo y demostrar que, efectivamente, apuesta por la austeridad y la racionalidad del gasto. Pero será que el sacrificio solo puede exigirse a los empleados públicos y a los vecinos; a los primeros, bajándoles el salario, a los segundos, subiéndoles los impuestos y las tasas. Los concejales, no obstante, se mantienen la subida de sueldo que aprobaron en el primer pleno municipal tras las elecciones de mayo (entre el 16% y el 30%) e ignorando la realidad presente, vuelven la espalda a la ciudadanía.
Es una ocasión perdida para el nuevo alcalde que podría así haber sintonizado con la realidad económica y social del municipio. Ha preferido, sin embargo, seguir la línea de Folgado (el "gran gestor", premiado por sus logros con la presidencia de Red Eléctrica) y ni se le ha ocurrido tocar los sueldos de los concejales. Le recordamos que los gestos son importantes en todo proceder pero aquellos que demuestran la humildad y el sacrificio del que ejerce la política, mucho más.
No hemos tenido suerte y buscando fórmulas para reducir el gasto, promueve el ahorro de agua y electricidad en las instalaciones municipales (bien), pero ignorando, por ejemplo, las ingentes cantidades de agua que se están perdiendo en la piscina de Islas. Este último ya no es únicamente un derroche económico sino medioambiental, Y ya puestos, si las arcas municipales necesitan ingresos, se nos ocurre, sin ser "grandes gestores", que a lo mejor, podría reclamarle a la empresa concesionaria de la instalación el dinero que adeuda y hasta el importe de la factura del agua que tampoco paga. Es más fácil, claro está, subir tasas a los vecinos o bajar el sueldo a los empleados municipales. A ver si la privatización de Islas que nos vendió el "gran gestor" no suponía tanto ahorro al Ayuntamiento y los 300.000 € del agujero que ahora empezamos a ver, no vamos a sacarlos de un recorte por aquí, otro por allá...
Ojalá este tipo de tropiezos pudieran compensarse con la exigencia de responsabilidades políticas a los "grandes gestores" que se empeñaron en la adjudicación de un servicio desautorizado por un informe técnico previo, y que advertía del peligro de desequilibrio financiero. Cuando el dinero que se gestiona es de todos y el capital que se arriesga también, la ideología neoliberal, tan de moda, encuentra su verdadero sentido. Su fobia por lo público les ciega y aunque sea más gravoso, injusto e ineficiente, no pararán hasta privatizarlo todo. Para su infinita desgracia, estos que se suben el sueldo y nos recortan servicios, por mucho que se vistan de Prada y se entreguen a la fiebre privatizadora, no podrán esconder su desvergüenza escandalosamente pública.
Es una ocasión perdida para el nuevo alcalde que podría así haber sintonizado con la realidad económica y social del municipio. Ha preferido, sin embargo, seguir la línea de Folgado (el "gran gestor", premiado por sus logros con la presidencia de Red Eléctrica) y ni se le ha ocurrido tocar los sueldos de los concejales. Le recordamos que los gestos son importantes en todo proceder pero aquellos que demuestran la humildad y el sacrificio del que ejerce la política, mucho más.
No hemos tenido suerte y buscando fórmulas para reducir el gasto, promueve el ahorro de agua y electricidad en las instalaciones municipales (bien), pero ignorando, por ejemplo, las ingentes cantidades de agua que se están perdiendo en la piscina de Islas. Este último ya no es únicamente un derroche económico sino medioambiental, Y ya puestos, si las arcas municipales necesitan ingresos, se nos ocurre, sin ser "grandes gestores", que a lo mejor, podría reclamarle a la empresa concesionaria de la instalación el dinero que adeuda y hasta el importe de la factura del agua que tampoco paga. Es más fácil, claro está, subir tasas a los vecinos o bajar el sueldo a los empleados municipales. A ver si la privatización de Islas que nos vendió el "gran gestor" no suponía tanto ahorro al Ayuntamiento y los 300.000 € del agujero que ahora empezamos a ver, no vamos a sacarlos de un recorte por aquí, otro por allá...
Ojalá este tipo de tropiezos pudieran compensarse con la exigencia de responsabilidades políticas a los "grandes gestores" que se empeñaron en la adjudicación de un servicio desautorizado por un informe técnico previo, y que advertía del peligro de desequilibrio financiero. Cuando el dinero que se gestiona es de todos y el capital que se arriesga también, la ideología neoliberal, tan de moda, encuentra su verdadero sentido. Su fobia por lo público les ciega y aunque sea más gravoso, injusto e ineficiente, no pararán hasta privatizarlo todo. Para su infinita desgracia, estos que se suben el sueldo y nos recortan servicios, por mucho que se vistan de Prada y se entreguen a la fiebre privatizadora, no podrán esconder su desvergüenza escandalosamente pública.
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