En la última comisión paritaria de 22 de Febrero observamos que los representantes de UGT y CGT firman no
conforme el acta correspondiente, sin más, no entendiendo muy bien esa forma de
expresar su disconformidad al texto del acta, suponemos que es esa la razón y
no un mecanismo de postureo mimético.
Por supuesto cada uno es libre de
firmar como le venga en gana, ellos sabrán por qué, se puede firmar no conforme
o no firmar o firmar por imperativo legal o porque ha llegado la
primavera. Ahora bien, estamos ante un
acta donde se reflejan las posturas de las partes y los acuerdos a los que se
llegan. Si nosotros estamos disconformes con algo, pues lo exponemos en el acta
y después vendrá en el texto si hay acuerdo o no, firmando lo acontecido en la
comisión o reunión correspondiente.
Al firmar no conforme entendemos
que se está en contra del texto del acta y de los acuerdos ahí contenidos. Y es
esto lo que nos sorprende, UGT y CGT están en contra de que las vacaciones no
se impongan en días marcados en el Convenio como festivos compensables, esto
es, están a favor de que los trabajadores tengan menos días de vacaciones.
Están en contra de que las horas complementarias se repartan equitativamente,
en este caso es aún más surrealista, están disconformes también en algo que han
dicho (aquí CGT). Igualmente están en contra de que las contrataciones a través
de la bolsa de empleo sean más transparentes y de acuerdo al Convenio. También
en contra de la formación. Tal vez, si
se presenta el acta nuevamente con unos hipotéticos desacuerdos de los
temas tratados estarán, entonces, si conforme.
En definitiva, las actas son un
resumen de lo tratado en una reunión entre partes, no se puede firmar no conforme
con algo que se dice, otra cosa es discrepar con la otra parte de ese algo (lo
habitual en una comisión) y que conste en acta. Y si se arguyese que no es que estén en contra de
los acuerdos sino que no les gusta un tema concreto o varios, pues deberían
decirlo igualmente. El texto de un acta es lo que se ha dicho, para eso se está
presente y se puede decir lo que quiera, argumentar lo que mejor crea
conveniente, pero eso de no decir nada (o poco) y después no firmar o firmar no
conforme cuando has tenido la oportunidad de debatir (y rebatir) es más bien una impostura o el movimiento de
un hilo de una marioneta.
Nosotros seguiremos firmando
-salvo imposiciones de textos (contrarios a los intereses de los trabajadores)
en los que no hayamos estado- todos los
acuerdos que beneficien a los trabajadores y discrepando con la Dirección en todos
los que perjudiquen, con la voluntad de llegar a soluciones pero no a
sumisiones.
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