El Grupo Local de Amnistía Internacional acusa al alcalde y a su gobierno de faltar a la verdad sobre el acto que se celebró el 4 de marzo sobre el acogimiento de refugiados.
Estimado Sr. Alcalde
El grupo de Amnistía Internacional de Tres Cantos ha leído, con sorpresa e inquietud, la nota de prensa que ha distribuido el Ayuntamiento y han publicado numerosos medios en relación con el acto del pasado 4 de marzo, un acto que pretendía inaugurar simbólicamente una ciudad acogedora con las personas refugiadas y solicitantes de asilo. En el mes de enero la Corporación Municipal aprobó por unanimidad una moción en la que el ayuntamiento se comprometía a presionar al Gobierno Central para que cumpliera su promesa de acoger en nuestro país a algo más de 17.000 personas refugiadas. El acto del día 4 de marzo pretendía mostrar al municipio cuál era el compromiso real del gobierno local, más allá de la firma de un documento, mostrando públicamente el número de plazas de acogida para personas refugiadas que se podrían ofrecer con los recursos disponibles en estos momentos. Y dicho compromiso brilló por su ausencia. Sin embargo, usted mismo y otros representantes del gobierno local decidieron acudir al acto sabiendo que no habían asumido el compromiso que les proponíamos.
Creemos que esa nota de prensa falta a la verdad. No sólo no explica el sentido de este acto (no se recoge ni una sola de las palabras allí pronunciadas ni se describe nada de lo que allí ocurrió) sino que se utiliza para otro fin. ¿Alguien que no estuviese presente podría saber por la nota de prensa qué nos reunió realmente allí? Obviamente, la nota publicada ha utilizado este acto solo como pretexto para enumerar los supuestos méritos contraídos por el gobierno local en materia de refugio en años pasados, que nada tienen que ver con el objetivo de nuestro acto. Ser solidario con personas que huyen del horror, no es sólo un valor, es, ante todo, el ejercicio de un deber, el deber de cumplir con leyes internacionales que nuestro país ha suscrito. Creemos que no se debería jugar a obtener un rendimiento político de acciones solidarias que, simplemente, deberían ser de obligado cumplimiento.
A pesar de la negativa del gobierno local a materializar en un número estimado de plazas de acogida ese espíritu solidario que, según se informa en la nota, caracteriza sus actuaciones, decidimos no cancelar el acto por solidaridad con las personas refugiadas y por los numerosos apoyos recibidos por parte de organizaciones y colectivos de la sociedad civil. Ellos sí manifestaron una voluntad clara de inaugurar una ciudad acogedora con las personas refugiadas.
Esperamos que, en un futuro cercano, el gobierno municipal manifieste una postura decidida a favor de la acogida de refugiados y considere que puede y debe contribuir a acelerar este lentísimo proceso. El Gobierno central debe saber que los municipios en colaboración con las Comunidades Autónomas tienen recursos disponibles que pueden hacer posible el cumplimiento de los compromisos internacionales asumidos en septiembre de 2105 y el cumplimiento, además, de una promesa de nuestro ministro de Asuntos Exteriores en diciembre de 2016. Parece que los compromisos y las promesas no valen nada hoy en día.
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